Arquitectura moderna
La Arquitectura Moderna es un término muy amplio que designa el conjunto de corrientes o estilos de la arquitectura que se han desarrollado a lo largo del siglo XX en todo el mundo.
La Arquitectura Moderna se ha caracterizado por la simplificación de las formas, la ausencia de ornamento y la renuncia consciente a la composición académica clásica, la cual fue sustituida por una estética con referencias a la distintas tendencias del arte moderno como el cubismo, el expresionismo, el neoplasticismo, el futurismo y otros.
Pero es, sobre todo, el uso de los nuevos materiales como el acero y el hormigón armado, así como la aplicación de las tecnologías asociadas, el hecho determinante que cambió para siempre la manera de proyectar y construir los edificios o los espacios para la vida y la actividad humana.
Características
Las características de la Arquitectura Moderna fueron descritas por el arquitecto Bruno Taut en su libro «Die neue Baukunst in Europa und Amerika» («La nueva arquitectura de Europa y América»), Stuttgart, 1929, con los siguientes enunciados :
- La primera exigencia de cada edificio es alcanzar la mejor utilidad posible.
- Los materiales y el sistema constructivo empleados deben estar completamente subordinados a esta exigencia primaria.
- La belleza consiste en la relación directa entre edificio y finalidad, en el uso racional de los materiales y en la elegancia del sistema constructivo.
- La estética de la nueva arquitectura no reconoce ninguna diferencia entre fachada y planta, entre calle o patio, entre delante o detrás. Ningún detalle vale por sí mismo, sino como parte necesaria del conjunto. No creemos que algo tenga un aspecto feo y, a pesar de todo, funcione bien. Lo que funciona bien, es bello.
- De la misma forma que las partes, en sus relaciones recíprocas expresan la unidad del edificio, también la casa se relaciona con los edificios que la rodean. La casa es el producto de una disposición colectiva y social. La repetición no debe considerarse como un inconveniente que hay que evitar, sino que, al contrario, constituye el medio más importante de expresión artística. A exigencias uniformes, edificios uniformes. La singularidad queda reservada para las exigencias singulares; es decir, sobre todo para los edificios de importancia general y social.
Historia
Edificio del Bauhaus, Dessau, Alemania 1926. Arquitecto : Walter Gropius.
«Reliance Building». Arquitecto : Daniel Burnham. Chicago, Estados Unidos de América.
La Arquitectura del Movimiento Moderno es un concepto propio de la crítica y de la historiografía de la Arquitectura Moderna, tiene un significado histórico y conceptual más amplio que los periodos de la arquitectura racionalista o de la arquitectura orgánica, ya que comprende todas las corrientes, movimientos y tendencias que desde mediados del siglo XIX tienden a la renovación de las características, de los propósitos y de los principios de la arquitectura.
La Arquitectura Moderna surge a partir de los cambios técnicos, sociales y culturales vinculados a la revolución industrial. Los teóricos del Movimiento Moderno buscan las raíces históricas de la Arquitectura Moderna en una amplio preludio, una etapa a caballo de los siglos XVIII y XIX en la cual diferentes sectores culturales o de la actividad económica y de la vida política y social empiezan a vislumbrar y a definir las consecuencias constructivas y urbanísticas de la revolución industrial. En el transurso del siglo XIX, una serie de innovaciones y propuestas en diversos campos relacionados, entre otros con la construcción, la administración pública y la industria confluyen en la exigencia de su mutua integración.
La Arquitectura Moderna nace en la década de los 60 del siglo XIX en Inglaterra, cuando Wiliam Morris impulsa el movimiento conocido como «Arts and Crafts», como reacción contra el mal gusto imperante en los objetos producidos en masa por la industria propugnando un retorno a los oficios y al medievalismo gótico en la arquitectura. Morris escribió :
- «Debemos conocer a fondo la arquitectura gótica, entender qué fue y qué supone : una explicación magnífica del espíritu orgánico. Siguiendo esta tradición, se afirma un principio estructural que hace evolucionar sus propias formas adhiriéndose a la más estricta verdad, es decir, en función de las condiciones de uso, de los materiales y de las técnicas de construcción.» (en el artículo «The Revival of Handicraft (El renacimiento de la artesanía))», publicado por la revista «Fortnightly Review », Londres 1888.
En paralelo, las teorías «higienistas» junto a los movimientos del «socialismo útópico» sientan las bases de la urbanística moderna. Con el cambio de siglo, un nuevo estilo en la arquitectura y el diseño triunfa en Europa, es el «Art Nouveau», también llamado «Liberty», «Seccession», «Jugendstil», «Modernismo», etc., que fue un estilo que se contrapuso al academicismo imperante aunque nunca llegó a imponerse a él.
El «Art Nouveau» rompe los esquemas académicos e impone el uso del hierro en la arquitectura. Hasta entonces, el hierro era un material asociado a las construcciones de los ingenieros que triunfaron en la Exposición Universal de París de 1889 con la Torre Eiffel y la Galería de las Máquinas. El «Art Nouveau» curva y entrelaza el hierro, en delgadas cintas, que forman toda clase de formas y figuraciones y lo pone en los salones de las casas y en las fachadas de los edificios como la «Maison du Peuple» de Bruselas obra del arquitecto Víctor Horta.
La Historia de la Arquitectura Moderna registra la transición de algunos arquitectos representativos del «Art Nouveau», como Henry Van de Velde, así como algunos de la «Seccession» vienesa como Josef Hoffmann hacia posiciones próximas a las del arquitecto austriaco Adolf Loos con lo cual se inicia una nueva etapa, la Arquitectura Moderna, un nuevo estilo que rompe con todo lo anterior.
El primer periodo de la arquitectura racionalista se inicia en los años inmediatamente anteriores a la Primera guerra mundial, cuando la experiencia del movimiento del «Arts and Crafts» fue recogida y reelaborada por el movimiento «Werkbund» en Alemania al cual se adhieren Hoffmann y van de Velde, este último dirige la escuela de la Bauhaus en la ciudad de Weimar.
Walter Gropius, uno de los los arquitectos del «Werkbund», dirigió, a partir del 1919 la Bauhaus en Weimar y posteriormente en Dessau. La segunda etapa de la Arquitectura Moderna, la Arquitectura racionalista, se inició en aquellos años de la posguerra y se extendió por Europa hasta la Segunda guerra mundial. Los arquitectos comprometidos con el movimiento: Le Corbusier, Mies van der Rohe, Alvar Aalto y el propio Walter Gropius, juntamente con otros, entre los cuales están los arquitectos catalanes del G.A.T.C.P.A.C, fundan los congresos internacionales de Arquitectura Moderna (C.I.A.M.) para la difusión de sus principios y experiencias.
Al otro lado del Atlántico, desde mediados del siglo XIX se suceden las innovaciones en los campos de la construcción y el urbanismo que protagonizan la industrialización y la ocupación del territorio bajo el empuje de un capitalismo sin concesiones. La colonización de la frontera oeste, la expansión de la industria, así como la acogida masiva de ingentes oleadas de inmigrantes, son la base de una tradición cultural propia de los estados Unidos de América. Un nuevo y revolucionario sistema de construcción, la «balloon frame», concebida para que cualquiera pudiera construirse su propia casa con escasas herramientas, suministró la tecnología necesaria para colonizar «el Oeste» a los «pioneros».
Pero no todo es liberalismo en los E.U.A., puesto que fue en la ciudad de Nueva York dónde el urbanista Frederick L.Olmsted proyectó el Central Park en la isla de Manhattan, rescatando de la especulación inmobiliaria una gran extensión de terreno. Olmsted proyectó también el sistema de parques metropolitanos de la ciudad de Boston.
Con los edificios industriales que se alinean a lo largo del río Missouri o del lago Michigan se inició el desarrollo de la construcción en altura con estructura de hierro y obra de fábricarascacielos de la «Escuela de Chicago», los cuales desarrollan una nueva tipología de edificios de oficinas o comerciales. que culminará en los
Simultáneamente se desarrolla una arquitectura residencial para las clases medias realizada con madera y piedra, derivada de la «balloon frame», la cual constituye el preludio de las «Prairie Hauses (casas de la pradera)» del arquitecto Frank Lloyd Wright. En medio de esta serie de innovaciones, el arquitecto norteamericano Louis Sullivan, con estudio en Chicago, donde se inició Wright, reflexionando sobre su propio trabajo escribió la famosa cita:
-
- «form follows function (la forma sigue a la función)»
que se convertirá, a lo largo del siglo XX, en el grito de combate y el lema de la nueva arquitectura.
El movimiento moderno continuó desarrollándose en Europa durante la segunda posguerra, impulsado por las tareas de reconstrucción. En el plano teórico, las aportaciones de la llamada arquitectura orgánica, una tendencia inspirada en la obra del arquitecto norteamericano Frank Lloyd Wright, con Alvar Aalto y Arne Jacobsen como representantes destacados, se contraponían al llamado «Estilo Internacional» inspirado en la obra de Le Corbusier, que postulaba una ortodoxia «funcionalista» plasmada en la «Carta de Atenas» (y la famosa cita de Sullivan) así como la pureza absoluta de la composición y los detalles, inspirada a su vez en la obra de Mies. La cita de Taut al inicio de este artículo, constituye una síntesis teórica del «Estilo Internacional», el cual tuvo muy amplia difusión en los Estados Unidos, Europa y Sudamérica.
El movimiento moderno entró en crisis a finales de los años 50 del siglo XX, cuando se formularon una serie de críticas muy severas a los excesos del «estilo Internacional» y al urbanismo derivado de la «Carta de Atenas». Un conjunto de tendencias que se reivindican a sí mismas como continuadoras del Movimiento Moderno, protagonizan la arquitectura desde los años 1960 hasta la actualidad.
El Movimiento Moderno como estilo dominante
En los años 20, las figuras más importantes de la arquitectura moderna ya tenían gran reputación. Los más reconocidos fueron Le Corbusier en Francia, Mies van der Rohe y Walter Gropius, estos últimos fueron directores de la Bauhaus en Alemania. La Bauhaus fue una de las más importantes escuelas europeas, y su mayor preocupación era la experimentación con las nuevas tecnologías industriales.
La carrera del arquitecto norteamericano Frank Lloyd Wright se desarrolló de forma paralela a la de los 'arquitectos modernos' europeos; sin embargo, Wright se negó a ser categorizado junto a ellos, desarrollando por su parte tanto la teoría como los preceptos formales de una arquitectura orgánica.
En 1932 se celebró la Exhibición Internacional de Arquitectura Moderna, cuyo comisario fue Philip Johnson; junto a su colaborador, el crítico Henry-Russell Hitchcock, Johnson logró aglutinar corrientes y tendencias muy diversas, mostrando que eran estilísticamente similares y compartían un propósito general, y las consolidó en lo que vino a llamarse el Estilo Internacional. Fue un hito importante.
Durante la Segunda Guerra Mundial, las principales figuras de la Bauhaus se trasladaron a los Estados Unidos: a Chicago, a la escuela de diseño de Harvard y al Black Mountain College. Este Estilo Internacional se convirtió en la única solución estilística aceptable desde los años 1930 hasta los 60.
Los apartamentos Lake Shore Drive, del arquitecto Mies van der Rohe
Los arquitectos que desarrollaron el Estilo Internacional querían romper con la tradición arquitectónica, diseñando edificios funcionales y sin ornamentos. Comúnmente, utilizaron vidrio para las fachadas, y acero y hormigón para las losas y soportes estructurales. El estilo se volvió más evidente en el diseño de los rascacielos. Quizás sus más notorios exponentes son: el edificio de la Organización de Naciones Unidas, el Edificio Seagram y la Casa Lever, todos ellos en Nueva York.
Los detractores del Estilo Internacional critican su geometría rígida y rectangular por ser "deshumanizante". Le Corbusier describía a los edificios como "máquinas para habitar", pero la gente reaccionaba contra esta uniformidad y rigidez. Incluso el arquitecto - y amigo personal de Mies van der Rohe - Philip Johnson admitió estar "aburrido de las cajas". Desde principios de los 80, muchos arquitectos han buscado, deliberadamente, alejarse de los diseños geométricos.
Aunque hay mucho debate en cuanto a la caída o muerte de la Arquitectura Moderna, la crítica a la misma comenzó en los años 60 con los argumentos de que era universal, estéril, elitista y carente de significado. El surgimiento de la postmodernidad se atribuye al desencanto generalizado con la Arquitectura Moderna.
Características formales
Usualmente, la Arquitectura Moderna se caracterizó por:
- el rechazo de los estilos históricos o tradicionales como fuente de inspiración de la forma arquitectónica o como un recurso estilístico (historicismo). Sin embargo, la Arquitectura de la antigüedad, especialmente la clásica, se encuentra a menudo reflejada tanto en los esquemas funcionales como en las composiciones volumétricas resultantes, en:
- la adopción del principio de que los materiales y requerimientos funcionales determinan el resultado: la forma sigue a la función,
- la adopción de la estética de la máquina, como consecuencia de lo anterior,
- el utilizar en construcción materiales y técnicas de nueva invención, como el hormigón armado,
- rechazo al ornamento como accesorio; la estética resulta de la propia finalidad expresiva del edificio, de los materiales empleados y sus propias características;
- simplificación de la forma y eliminación de los detalles innecesarios, llevado al extremo en las obras de Mies van der Rohe,
- expresión formal de la organización estructural de la edificación.
Fundamentos teóricos
Relación con la filosofía positivista
Auguste Comte (1798 – 1857), el “profeta de la era científica” según Gideon, desarrolla el pensamiento positivista, o Filosofía Positiva, cuyo “carácter fundamental (...) es considerar todos los fenómenos como sometidos a las leyes naturales invariables, cuyo descubrimiento preciso y su reducción al menor número posible es el fin de nuestros esfuerzos” (ABALOS, 2001: 70).
“Positivo - dice Comte – es inseparable de relativo, de orgánico, de preciso, de cierto, de real”. El pensamiento humano pasa, de acuerdo a Comte, por tres fases: la teológica, la metafísica y la positiva. La última, que es la de completa madurez del pensamiento humano, se caracteriza por la renuncia volitiva a las dos primeras etapas mediante la adhesión estricta a las metodologías de la ciencia.
El pensamiento positivo de Comte adopta los métodos de las ciencias matemáticas como propios, con lo cual puede vanagloriarse de sistemático y preciso. Puesto que “toda ciencia positiva no es otra cosa que una transformación de la observación y de la experiencia” (Comte, citado en Gran Larousse Universal, pp. 829), es evitando toda disquisición sobre lo absoluto y renunciando a las ontologías como Comte puede definir su método como “sentido común”. A este respecto, Littré, uno de los herederos intelectuales de Comte, afirmó que “los que creen que la filosofía positiva niega o afirma algo sobre las causas finales o primeras, se engañan, nada niega ni afirma, pues el afirmar o negar sería declarar que se tiene algún conocimiento del origen y del fin de los seres” (Positivismo, en Gran Larousse Universal).
El pensamiento positivo vendrá a tener influencias innegables en el credo de los arquitectos modernos: la apología del progreso, el orden y la ciencia (la metáfora de la máquina, la eficiencia y la higiene modernas), la abstracción del individuo en favor de la mitificación de la Humanidad convertida en fin último (la universalidad, el hombre-tipo), las metáforas biologistas y evolucionistas (la familia tipo y el bloque de viviendas concebidas como célula / organismo).
La cotidianeidad del ser humano, analizada con apego a los métodos de la ciencia, será categorizada y clasificada en la primera Carta de Atenas (1932, por Le Corbusier) en las funciones elementales de Habitar, Trabajar, Circular y Esparcirse. La vida moderna, convertida en modelo matemático-estadístico, puede ya manifestarse, tectónica y espacialmente, en la vivienda construida en serie. El bloque de viviendas, que encuentra su más ilustre prototipo en la Unité d´Habitation, es una invención de la modernidad; la negación de la individualidad personal se materializa en una casa / colmena.
Rechazo de la individualidad
“El hombre propiamente dicho, dice, en el fondo no es más que una abstracción; lo único real es la Humanidad, sobre todo en el orden intelectual y moral”. (Positivismo, en Gran Larousse Universal). Esta reducción del ser humano a número, - a la formulación matemática que es la base metodológica del positivismo de Comte – encuentra su reflejo en la búsqueda del Existenzminimun, de la vivienda mínima. Abstraer la vida humana en una red de funciones, relaciones, procesos, cuantificaciones: “este sujeto no es otro que el hombre-tipo lecorbusierano, la familia tipo estadística, ese constructo mental que permitió a los arquitectos ortodoxos objetivar su comportamiento social y cuantificarlo en aquella experiencia casi delirante que fue el Existenzminimun” (ABALOS, 2001: 72)