La arquitectura del Antiguo Egipto monumental se caracteriza por el empleo de la piedra, en grandes bloques, con sistema constructivo adintelado y sólidas columnas.
Para entender su magnificencia hay que tener en cuenta los siguientes condicionantes:
Ideológicos
- Poder político fuertemente centralizado y jerarquizado
- Concepto religioso de inmortalidad del faraón en la "Otra Vida"
Técnicos
- Conocimientos matemáticos y técnicos, a veces desconcertantes para la época
- La existencia de artistas y artesanos muy experimentados
- Abundancia de piedra fácilmente tallable
Las construcciones más originales de la arquitectura egipcia monumental son los Complejos de las pirámides, los templos y las tumbas (mastabas, speos e hipogeos)
Trabajadores egipcios.
Pintura en la tumba de Rejmira.
Características
Debido a la escasez de madera, los dos materiales de construcción predominantemente usados en el antiguo Egipto eran el adobe (ladrillos de barro) y la piedra, fundamentalmente piedra caliza, también piedra arenisca y granito en cantidades enormes. Del imperio antiguo en adelante, la piedra fue reservada generalmente para tumbas y templos, mientras que los ladrillos fueron utilizados en viviendas, incluso en los palacios reales, fortalezas, muros de los recintos de los templos y de las ciudades, y para edificios subsidiarios en los complejos de los templos.
Muchas antiguas ciudades egipcias han desaparecido porque estaban situadas cerca de las zonas cultivables del valle del Nilo, que eran inundadas periódicamente con el lodo del río y se elevaron lentamente durante milenios; o porque los ladrillos de adobe, con que se construyeron, fueron utilizados como fertilizante por los campesinos; otros edificios son inaccesibles, ya que las nuevas construcciones fueron erigidas sobre las antiguas.
El clima de Egipto, afortunadamente seco y cálido, preservó algunas estructuras de adobe, como la aldea de Deir el-Medina, la ciudad de Kahun del Imperio Medio, o las fortalezas en Buhen y Mirgissa. Por otra parte, muchos templos y tumbas han perdurado porque fueron construidos de piedra, o asentadas en tierras altas, no afectadas por las inundaciones del Nilo.
Así, nuestra información de la arquitectura egipcia antigua se fundamenta principalmente en sus monumentos religiosos, estructuras macizas caracterizadas por su gran tamaño, con muros levemente inclinados y escasas aberturas, repitiendo un método de construcción posiblemente usado para obtener estabilidad en edificios de muros de adobe.
De similar manera, los adornos grabados superficialmente y el modelo de los edificios de piedra pudo haber derivado del tipo y ornamentación de los edificios de muros de adobe. Aunque el uso del arco fue desarrollado durante la cuarta dinastía, todos los edificios monumentales son construcciones adinteladas con muros y pilares, con cubiertas planas conformadas por enormes bloques de piedra apoyados en muros externos y grandes columnas poco espaciadas.
Los muros, exteriores e interiores, así como las columnas y los techos, fueron cubiertos con jeroglíficos e ilustrados con bajorrelieves y esculturas pintadas en brillantes colores. Muchos ornamentos de la decoración egipcia son simbólicos, como el escarabajo sagrado, el disco solar, y el buitre. Otros adornos frecuentes fueron las hojas de palma, de la planta del papiro, y los brotes y las flores del loto. Los jeroglíficos eran parte de la decoración así como los bajorrelieves que narraban acontecimientos históricos o interpretaban leyendas mitológicas.
Los Complejos de las pirámides
Las pirámides eran parte de un conjunto funerario, surgiendo como grandes edificaciones monumentales en la época de Dyeser (Zoser) faraón de dinastía III, resurgiendo durante el Imperio Medio, aunque erigidas con ladrillos de adobe y revestimiento de piedra. Las últimas pirámides, aunque menores y más estilizadas, se construyen durante la dinastía XXV, en Kush y se encuentran en las necróplois de Meroe y Napata.
Los complejos funerarios, habitualmente, esta integrados por:
- La pirámide, componente simbólico primordial de todo el conjunto, con la cámara funeraria real en su interior a la que se accedía por un pasaje desde la cara norte.
- Las pirámides secundarias, utilizadas como enterramientos de las esposas del faraón o como monumentos funerarios.
- El templo alto, situado junto a la cara este de la pirámide, que servía para perpetuar la memoria del faraón.
- El templo del valle, en la ribera del río Nilo, o de un canal, con un embarcadero.
- La calzada procesional, que comunicaba el templo alto con el del valle, decorada con bajorrelieves.
- Las Barcas solares, enterradas en fosos, para que el faraón pudiera navegar por el cielo para encontrarse con el dios Ra.
- El recinto amurallado que rodeaba la pirámide y parte del conjunto.
El faraón Seneferu, primer faraón de la dinastía IV, padre de Jufu, ordenó construir tres inmensas pirámides diferentes. La pirámide de Jufu (Keops) se incluyó entre las Siete Maravillas del Mundo y es la única de estas siete que ha perdurado hasta nuestros días.
Los templos
Los templos egipcios son la imagen de la casa del dios. En la época predinástica eran simples capillas de techo arqueado, construidas con elementos vegetales. Durante primeras dinastías pudieron surgir los primeros templos de adobe. En el Imperio Antiguo, Imhotep erige el primer complejo fúnebre monumental con piedra labrada, presidido por una pirámide escalonada, surgiendo los primeros templos en piedra, imitando las capillas de estructura vegetal aunque simbólicos, como un decorado, pues no se podía acceder a ellos; en Giza perduran restos pétreos de templos de Keops, Kefrén y Micerino, faraones de la cuarta dinastía, formado parte de ambiciosos complejos funerarios presididos por inmensas pirámides. Posteriormente surge el Templo Solar, bajo el reinado de Userkaf, el primer faraón de la dinastía V, para representar los rituales de sacerdotes de Heliópolis al dios Ra.
El Imperio Medio, es la época de los hipogeos.
Los templos más monumentales surgen en el Imperio Nuevo. Tipológicamente están constituidos por:
- Una avenida con esfinges a ambos lados: el dromos
- El acceso, entre dos pilonos (grandes muros trapezoidales) decorados con bajorrelieves policromados, dos obeliscos, estatuas y estandartes.
- Un patio descubierto con columnas exentas o conformando pórticos perimetrales: la sala hipetra
- Una gran sala con columnas, cubierta: la sala hipóstila
- Una pequeña cámara sagrada, de menor tamaño, ténuamente iluminada: el santuario.
- Un lago sagrado que servía para representaciones rituales y como reserva de agua potable.
- Templos menores anexos, dedicados a diversos dioses, como las mammisi "casas de nacimiento divino".
El templo se completaba con una residencia para sacerdotes, aulas para escribas, archivos-bibliotecas y almacenes de alimentos y materiales. El conjunto se protegía con una muralla perimetral.
Con la gradación de la luminosidad y el tránsito de amplios espacios abiertos a otros menores y cerrados se conseguía un magnífico ambiente para celebrar los ritos religiosos.
Esta disposición arquitectónica enfatiza la división social, pues el pueblo sólo puede llegar hasta los pilonos, los altos funcionarios y militares tienen acceso a la sala hipetra; la familia real puede entrar en la sala hipóstila y los sacerdotes y el faraón al santuario.
Durante el Imperio Antiguo los templos son parte del complejo de la pirámide, o templos Solares. En el Imperio Nuevo se construyen templos monumentales en Deir el-Bahari, Karnak, Luxor, Abidos, y Medinet Habu; posteriormente en Edfu, Dendera, Kom Ombo y File.
El speos
El speos es un templo de carácter funerario, tallado en la roca, siguiendo el tipo de hipogeo.
Los más sobresalientes son los de la época de Ramsés II en Abu Simbel, compuestos de grandes estatuas al exterior y una gran sala con pilares, el santuario y la cripta.
Ramsés aparece representado como un dios más, entre ellos en el santuario, más grande adosado a las pilastras de la sala principal y en tamaño colosal a la entrada, cuatro esculturas gigantes rodeadas por las minúsculas figuras de su familia.
La mastaba
La mastaba surge durante el periodo protodinástico. Es el tipo más característico de tumba, con aspecto de una pirámide truncada de base rectangular, en la que había una pequeña habitación, serdab, para las ofrendas y una capilla, decoradas.
La cámara mortuoria, bajo tierra, a la que se accedía por un pozo, desde la cubierta, se sellaba una vez depositado el cadáver. Las mayores tienen hasta cincuenta cámaras entre capillas y almacenes para depositar las provisiones y el ajuar.
El hipogeo
El Imperio Medio, es la época de los hipogeos, que eran galerías abiertas en la roca, con recintos anexos, que conducen a la cámara del sarcófago. Sustituyen a las mastabas, hacia la dinastía XI, como lugares de enterramiento real, perdurando hasta el Imperio Nuevo.
Las tumbas de los faraones del Imperio Nuevo fueron excavadas en los valles y laderas de las montañas occidentales de Tebas, en el Valle de los Reyes, durante quinientos años. En el Tercer periodo intermedio, los dignatarios de la dinastía XXI, ya se hacen enterrar debajo del propio templo de Amón, en Tanis, nueva la capital, pues la necrópolis tebana sufría continuos expolios.
La vivienda egipcia
Maquetas de viviendas
La vivienda egipcia estaba constituida por varias habitaciones, alrededor un gran salón con columnas y luz cenital; disponía de terrazas, bodega subterránea y un jardín, al fondo.
Muchas viviendas disponían de patios interiores, de donde provenía la luz, con todas las habitaciones dispuestas entorno al mismo, y sin ventanas al exterior, por la necesidad de protegerse contra el calor.
Las casas egipcias se construían como las de los campesinos fellahs del siglo XX: muros de ladrillo de adobe y terrazas planas de troncos de palmera unidos. La arquitectura popular se caracterizó por su buena adaptación al clima, seco y cálido, de Egipto.
Los restos de viviendas mejor conservados se encuentran en Deir el-Medina y Tell el-Amarna.